¿Cómo serán nuestras viviendas después del coronavirus?

El confinamiento en casa nos ha obligado a relacionarnos más con el espacio doméstico. Ahora la vivienda es hogar, lugar de trabajo y ocio, incluso zona de juegos para la infancia.

Nuestros hogares se convierten en refugios, como ocurrió hace millones de años. Después del COVID19 el diseño de viviendas dará paso a otro tipo de hogares, lejos de el concepto burgués del siglo XIX o la practicidad del siglo XX. Es evidente que es el momento de repensar el diseño de nuestras viviendas para ganar calidad de vida.

"Lo que me dominó es el animal humano, el núcleo familiar, la familia, el hogar, es darle al ser humano una cáscara."
Le Corbusier-

Cuando volvamos a la “normalidad” consideraremos que la experiencia del confinamiento puede volver a repetirse, entonces nos plantearemos mejorar el interior de nuestras casas con criterios diferentes a los existentes hasta ahora

Calidad de las instalaciones e iluminación.

María José Peñalver, arquitecta y decana del Colegio de Arquitectos de Murcia, declaraba recientemente al diario económico Invertia (El Español): “Siempre hemos defendido la arquitectura no como un elemento edificatorio o inversor, sino como un espacio en el cual habitamos y quizá ahora nos entiendan un poco más cuando intentamos poner en valor la calidad del espacio, la necesidad de la proporción, la buena luz, la buena orientación o las ventilaciones cruzadas”.

El concepto de confort girará en torno a la calidad de las instalaciones. Al pasar mucho tiempo en el interior de nuestras viviendas, querremos invertir en mejores espacios. Además la iluminación será clave a la hora de crear diferentes escenas para los diversos momentos del día, en el que desarrollamos diversas actividades.

La luz natural todavía adquiere mayor importancia. Y es que si antes salíamos los fines de semana, ahora pasamos más tiempo en casa y un balcón, incluso una buena vista van a revalorizarse.

Además cobra importancia la calidad de las instalaciones y una utilización adecuada de las mismas. Cuanto mayor sea el tiempo que pasamos en casa más preservamos los elementos que la acondicionan para su habitabilidad.
La orientación, la luz, y la calidad de los sistemas domésticos cobran importancia. Pero más allá de todo esto, comienza a teorizarse sobre la evolución del diseño de viviendas más flexibles y modulables.

Adaptación de espacios versátiles.

Aquellas personas que ahora piensan en adquirir una vivienda o reformarla, tendrán ahora más en cuenta otros criterios como la altura, habitaciones, o los metros cuadradros. Se ponen en valor espacios intermedios como terrazas o galerías, ventanas que dejen entrar luz y ventilen las estancias.

El arquitecto fundador de Maralb Arquitectos, Gerardo Marcos en sus declaraciones a dicho diario económico apuntaba una dirección: “Se trata de crear un espacio exterior que pudiera tener una dimensión similar a una estancia interior (12-15 m²), lo cual da un desahogo extra a la vivienda y en función de las necesidades podría convertirse en otra estancia interior adicional con solo cerrarse, lo que da mucha versatilidad a la vivienda”.

Los espacios ahora cumplen diversas funciones, y si son pequeños aún serán más versátiles. Como apuntaba la decana del Colegio de Arquitectos de Murcia María José Peñalver: “Creo que sin duda vamos a repensar el espacio interior y a hacer espacios mucho más flexibles... Igual no se puede convertir en más metros cuadrados, pero sí en una optimización del espacio, de la proporción y la funcionalidad”.

Ahora estudiaremos más los recodos de nuestra vivienda para especializarlos, cambiando elementos para crear nuevos subespacios. La realidad obliga a no etiquetar los espacios domésticos, ya que son flexibles y permiten trabajar, jugar y convivir.

En este sentido lo particular pasa a ser colectivo incluso el espacio de trabajo, lo que se acepta con naturalidad. Peñalver incide en esa idea: “Es importante poner en valor la arquitectura, el espacio y el entorno construido y un poco rechazar la lógica económica para ponernos más en la calidad del espacio”.  Así el coronavirus ha dejado ver que muchas empresas pueden adaptarse al teletrabajo sin que esto afecte a su productividad, y también la necesidad de adaptar las viviendas para hacerlas más confortables.

La creatividad, el diseño y la experiencia sensorial.

Seremos más conscientes a nivel arquitectónico y de interiorismo, no sólo a la hora de construir una casa, si no también al redocararla o reformarla. Es la ocasión de aportar creatividad para mejorar lo que tenemos, experimentar con elementos y explorar. Por ejemplo cambiando los muebles de sitio, o con la decoración en distintas temporadas.

Las proporciones, los materiales, la acústica, la altura de los techos… todos son factores que influyen en la experiencia sensorial. En la búsqueda del confort adquiere importancia la arquitectura y un buen diseño, ya sea el espacio grande o pequeño.

La naturaleza también será protagonista, en casa y en las ciudades, en general buscaremos el contacto cercano con el entrono natural, y si no podemos verla desde la ventana siempre podremos hacerlo con un jardín interior.

Un enfoque diferente.

Aunque la orientación, la luz, o las terrazas más grandes se revalorizan, es el concepto de flexibilidad el que puede marcar la evolución en el diseño de viviendas. “En vez de adquirir una casa con un salón, dos dormitorios y una cocina de ocho metros, te pueden vender una casa con cuatro piezas de 15 m², de manera que cada persona las configure y las pueda unir o separar según sus necesidades a lo largo del tiempo que viva en esa casa”, explica el arquitecto. Lo que además permitiría demás adquirir viviendas de mayores dimensiones a un precio más reducido.

Sin embargo por el momento la normativa española es rígida y obliga al diseño de espacios ajustados a su utilización, por lo que el Consejo Superior de Arquitectos demanda una Ley de Arquitectura y Calidad del entorno construido.
Viviendas más grandes menos acabadas o espacios menos definidos son dos tendencias que según Gerardo Marcos “podrían explorarse y a la vivienda le sentarían bastante bien”.